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Todo lo que necesitas saber sobre los baños de tina
Los baños, a distintas temperaturas, y con distintos “ingredientes”, se han utilizado desde tiempos ancestrales por sus múltiples beneficios.
Relajan los músculos, estimulan la circulación, alivian dolores menstruales, mejoran el aspecto de la piel y reducen la ansiedad y el estrés.
En este nuevo post, Bárbara Binder, kinesióloga y instructora de yoga, nos contará un poco sobre el origen de los baños de tina, cómo hacerlos y para qué sirven.
Un poco de historia
Los baños de mar provienen de la cultura grecolatina como técnica medicinal gracias a sus poderes curativos en cuanto a problemas que afecten a la piel. Por ejemplo, para quienes tenían psoriasis, el principal remedio consistía en ir al mar Muerto con la creencia que ahí estaba su cura y, posteriormente, sus lesiones desaparecerían por tiempo prolongado.
Al agua de mar se le atribuían propiedades antibióticas, cicatrizantes y estimulantes, así como también la capacidad de mejorar la respiración, la circulación sanguínea, tonificar la musculatura y favorecer la eliminación de toxinas. En caso que no se pudiera ir al mar, un baño con sal de mar orgánica tendría las mismas propiedades gracias a sus minerales: gran cantidad de yodo, zincy iones, que por osmosis entran en la piel.
La importancia de la temperatura
Actualmente, las técnicas medicinales mediante baños son llamadas “técnicas hidroterápicas sin presión”.
Un baño de 37-40°C es beneficioso para aumentar la temperatura corporal y el flujo sanguíneo; tiene efecto analgésico (sedante), estimula la relajación muscular y disminuye la rigidez articular. Diversos estudios afirman que a los 20 minutos, en este tipo de baño, es suficiente para alcanzar los efectos deseados.
En cambio, los baños fríos, con temperatura del agua entre 0 y 10°C, tienen beneficios antiinflamatorios, antiespasmódicos y disminuyen la temperatura corporal. Por lo mismo se recomiendan posteriores al ejercicio físico de alta intensidad.
Baños de tina como un espacio de belleza y relajación
Con el progreso del hedonismo y la lenta liberación de los tabús corporales, bañarse empezó también a asociarse con el placer. Fue así como las mujeres comenzaron a gozar de baños con leche o frambuesa.
La “idea” de crear un espacio agradable de baño, provino principalmente de la cultura japonesa, donde el espacio físico del baño tenía directa relación con la inspiración y el contacto con la naturaleza, transformándose así en el lugar ideal para el descanso del cuerpo y la mente.
Baños vegetales: su historia y beneficios
Los baños vegetales tienen distintos orígenes. Cada hierba tiene una cualidad específica por lo que es importante conocer el beneficio de ésta a la hora de realizar un baño.
El uso de hierbas de la familia de la pasiflora es común en distintas zonas de África. Ésta ayuda a curar heridas, actúa sobre inflamaciones intestinales como, por ejemplo, casos de gastritis, y es sedante natural. En el mismo continente, se recomiendan baños con cilantro, hibiscus y aloe vera para aumentar la fertilidad, ya que éstos se relacionan con la diosa Yemanya, la cual representa a la madre, la luna llena, la abundancia y el mar.
Por otro lado, en el continente asiático, las princesas de indonesia se daban un baño llamado “Mandi Susu” para una “eterna juventud”. Éste consistía en un baño con leche de oveja, cabra o vaca para mantener la piel pura y suave al tocarla. Hoy un baño con estos fines puede realizarse con dos yogures naturales o con leche de avena y almendras.
Mientras que en algunos países de Latinoamérica como Ecuador, los baños son una fuente de descarga de energía negativa. A cada hierba se le da un efecto que la caracteriza:
Para relajarse: valeriana, manzanilla, tila, lavanda y hojas de naranjo.
Para combatir el estrés y la fatiga: el romero, ruda y amapola.
Con fin curativo: hierba buena y caléndula.
Para estimular el organismo: la salvia, el tomillo, el laurel y la menta.
Para tonificar la piel: diente de león, las margaritas y hojas de zarzamora.
Los baños de flores
Hay flores que también pueden ser utilizadas en baños. Existe la creencia en diferentes pueblos de Asia que las flores son el link tangible con las fuerzas del mundo espiritual y, por lo tanto, representan un medio de limpieza de nuestros desechos terrenales.
Para los rituales de baño se recomiendan flores como jazmín, gardenia, magnolia, hibiscus, bouganvillea, amaranta, ylang-ylang. El más común es el baño con rosas (agua de rosas) ya que combate las bacterias, tiene un efecto erotizante e incluso se dice que actúa contra la tristeza. Para un baño con agua de rosas solo es necesario sumergir los pétalos en agua caliente o hacer previamente una infusión y luego mezclarla con el agua de baño.
¿Cómo hacer los baños de flores de forma correcta?
Introduce un puñado de hierbas en agua hervida durante 5 minutos. Luego filtra ese líquido y añádeselo al agua de baño. Otro método consiste en sumergir en la tina un pequeño saco con hierbas medicinales o flores, o bien agregar las plantas directamente en el agua.
Por: @barbiux